El barrio ilorcitano de Los Rosales despidió los festejos en honor a su patrona

Las fiestas de Santa Rosa de Lima concluyeron ayer domingo 5 de septiembre con una jornada en la que no faltó el desfile de carrozas y comparsas

El barrio de Los Rosales de Lorquí dio por concluidas ayer domingo 5 de septiembre sus fiestas en honor a Santa Rosa de Lima. Unos festejos que tuvieron una última jornada cargada de actividades muy propicias para la convivencia vecinal y la diversión. Los actos comenzaron de buena mañana y, nunca mejor dicho, haciendo mucho ruido, ya que a primera hora se realizó una cacerolada por las calles del pueblo, para recordar a todos los ilorcitanos que el barrio de Los Rosales estaba de fiesta. Un poco más tarde, a media mañana, se celebró un paseo cicloturístico, mientras que a la hora de comer el barrio ilorcitano vivió el popular concurso de paellas en el que se ofreció bebida gratis a los asistentes y un premio de 100 euros a la mejor paella.

Por la noche llegó una de las citas más destacadas del programa festivo: el desfile de carrozas y comparsas, todo un derroche de imaginación y colorido, a cuya conclusión se ofreció un refrigerio popular. Más tarde, la peña local "El Capazo" representará una obra teatral con entrada gratuita como último gran acto de estos festejos, que concluyeron con una gran traca fin de fiestas al filo de la medianoche.

Cacerolas, bicis, teatro y se acabó

Unos festejos que comenzaron en la noche de ayer viernes 3 de septiembre con la celebración de una misa, que dio paso de una multitudinaria chocolatada con monas para todos los asistentes. Para cerrar la velada, nada mejor que mover el cuerpo hasta que las fuerzas aguanten en la discomóvil que comenzó al filo de la medianoche y se alargó hasta altas horas.

La jornada del pasado sábado 4 de septiembre comenzó ya por la tarde, con los juegos infantiles y las carreras de cintas que se celebraron en la plaza del barrio. Ya por la noche tuvo lugar la tradicional cena de hermandad, anticipo de la actuación de un grupo local (23 horas) que dio paso a una discomóvil. Después, un gran número de vecinos acompañó a una charamita por las calles del entorno disfrutando de manera gratuita de zurra y máquina de cabat.

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