¿Qué supone para usted que le hayan nombrado Pregonero de las fiestas de este año en Lorquí?
Me llena de orgullo y satisfacción que hayan pensado en mí, porque las cosas de mi pueblo es que me pueden y es algo que llevo inmediatamente detrás de mi familia.
¿Qué cuestiones va abordar el Pregón de este año?
Tengo previsto hablar de los inicios de las procesiones en Lorquí, de cómo surgieron las cofradías y de las tradiciones y las innovaciones que han ido salpicando la historia del municipio.
¿Hay alguna anécdota particularmente curiosa que haya tenido lugar en todo este tiempo?
Muchas. Por ejemplo, durante años en Domingo de Resurrección los ilorcitanos se pintaban de azul los unos a los otros en señal de alegría y devoción por la resurrección de Cristo. De hecho, más hacia atrás en el tiempo no era exactamente de azul, ya que de lo que se untaban los vecinos era de tizne.
Usted también fue pregonero de las fiestas patronales de Lorquí hace unos años ¿verdad?
Sí, algo de lo que me enorgullezco especialmente.
Por lo que dice da la impresión de que toda su vida pasa por y para Lorquí…
Y así es. Mis amigos, mis hijos, mi familia, mis empresas… todo lo tengo en Lorquí. Cuando nos reunimos la familia con los que están fuera no hay discusión: vamos a Lorquí. De hecho, mi padre era más querido y tenía cien veces más prestigio que yo en el municipio y yo, en la medida de lo que puedo, trato de seguir con esa tradición.
¿Nunca ha sentido la tentación de irse fuera de Lorquí?
Nunca. Duermo en Murcia, pero mis amigos, trabajo y fortuna los tengo en Lorquí. Siempre he ayudado y colaborado - en lo que he podido- en mejorar en el municipio: he intervenido en Cáritas de Lorquí, he dado cursos prematrimoniales, hace unos días tomé posesión como Juez de Paz del municipio…
Pregonero por partida doble, Juez de Paz… ¿Qué podemos esperar de usted en el futuro?
Estaré incondicionalmente para lo que me necesiten. Lo que no seré, eso lo tengo muy claro, es político. Soy muy visceral y es algo que pienso que no va conmigo. Aunque, eso sÍ, puedo presumir de haberme llevado bien con todos los colores políticos. Nunca he tenido problema con las corporaciones municipales, ni con la que estaba antes, ni con la que está ahora y espero que así siga siendo con los que estén por venir.
